'Killzone 2'. Análisis

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Alex CD

Director

Coordinador editorial de VidaExtra. Llevo 20 años escribiendo sobre videojuegos en VidaExtra, desde análisis a noticias y artículos de opinión, además de desempeñar las labores de coordinación editorial del medio. LinkedIN

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Esta es una de las pocas ocasiones en las que tenemos el honor de poder probar un juego del calibre de ‘Killzone 2’ mucho antes de su salida oficial, que en España está prevista para el próximo 25 de febrero. Y no me refiero a la demo que desde hoy mismo podréis encontrar en la Playstation Network, sino al juego completo, que me ha durado aproximadamente unas 7 u 8 horas.

Durante todo este tiempo me he metido en la piel del Sargento Tomas Sevchenko, un joven integrante del Equipo Alfa de las Fuerzas Especiales ISA (International Strategic Alliance), y he aniquilado una cantidad ingente de Helghast. Y en Helghan, su propio planeta. Se lo merecían después de haber decidido atacar el planeta Vekta, origen de Sevchenko y sus compañeros Garza, Rico y hasta el mismo Jan Templar, protagonista del título original aparecido en PS2 a finales del año 2004.

Los Helghast, también conocidos como “ojos rojos” entre los compañeros de la ISA, no son más que humanos mutados. Tiempo atrás, en plena era de colonización espacial, existió una facción descendiente de la raza humana que colonizó un árido planeta llamado Helghan. Sus condiciones extremas forzaron a estos nuevos habitantes a adaptarse y, con el paso del tiempo, a mutar hasta convertirse una especie de humanos mejorados, por llamarlo de alguna forma. Más fuertes, resistentes y rápidos. Y con muy mala leche.

Nuestro objetivo final en ‘Killzone 2’ es capturar al Emperador Scolar Visari, líder de los Helghast. Para ello, como os comentaba un par de párrafos más arriba, nos vamos de excursión a Helghan. Las cantimploras las dejamos en casa y en su lugar nos llevamos unas cuantas armas y un buen puñado de acero para nuestros nervios.

Apunta y dispara

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Se podría decir que el primer contacto con Helghan y sus molestos habitantes es algo confuso e incluso incómodo. El sistema de control, sobre todo si estamos muy acostumbrados al ‘Call of Duty 4’ (o al 5, que para el caso es lo mismo y los cito por ser los más recientes), se nos presenta como el primer obstáculo. Eso de tener que mantener uno de los gatillos pulsado (L2 en este caso) para permanecer agachados o que el sistema de apuntado, una vez activado pulsando el stick derecho, tenga que ser desactivado pulsando de nuevo dicho stick resulta un poco desconcertante.

Es cierto que, como todo lo que presenta una novedad, se acaba dominando con un poco de práctica. Incluso el método usado para agacharnos tiene sentido, como veremos a continuación, pero si a todo esto le sumamos que la cámara está situada en un nivel algo más bajo de lo normal (da la impresión de que siempre vamos medio agachados y no entiendo por qué) hay determinados momentos en los que la confusión vuelve a apoderarse levemente de nosotros.

Una de las principales novedades que presenta ‘Killzone 2’ con respecto a la gran mayoría de FPS es el sistema de cobertura, gracias al cual el particular uso de L2 para agacharnos cobra sentido. Si lo mantenemos pulsado cerca de una pared o cualquier otro elemento que pueda servirnos de parapeto nos cubriremos. En otros títulos lo único que podemos hacer es agacharnos tras algo, esperar a que no nos den y salir con cuidado (o sin él, allá cada cual con su estrategia). En ‘Killzone 2’ nos cubrimos de verdad y podemos asomarnos para disparar tanto por encima como por cualquiera de los flancos que nuestro improvisado escudo nos permita. Incluso tenemos la opción de suministrar algo de fuego ciego. Este elemento, el de la cobertura, es básico para sobrevivir.

Sí, cubrirse está muy bien, pero hay que disparar. Los Helghast no dejan de hacerlo, así que más nos vale estar a la altura. Para ello contaremos con unas cuantas armas a nuestro alcance. Hay un par de ellas que son especialmente destructivas, como el lanzagranadas o el lanzacohetes, pero lógicamente su precisión no está a la altura de un rifle de asalto, por ejemplo. Encontraremos lanzallamas, armas capaces de propinar unas buenas descargas eléctricas para dejar fritos a esos malditos “ojos rojos”, rifles de francotirador, escopetas y alguna cosa más. Por descontado hay granadas. Y son de dos tipos: las típicas de fragmentación y las eléctricas, que producen el mismo efecto sobre los enemigos que el arma de la que os hablaba hace un momento.

En algunos momentos del juego podremos controlar algún vehículo que otro. Básicamente un tanque y… bueno, no os desvelo qué otros dos momentos vamos a dejar de ir de pie para postrar nuestros culos sobre un mullido asiento a los mandos de algo que nos va a permitir crear el caos más absoluto tanto en tierra firme como en el espacio. Son casos aislados, como véis, ya que prácticamente la totalidad del juego se basa en avanzar a pie aniquilando todo ser viviente, pero son bastante espectaculares.

Avanza sin parar

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‘Killzone 2’ se caracteriza por una cosa: va al grano. Olvidaos de tener que pensar estrategias de ataque y mandangas varias. Aquí se trata de avanzar, avanzar y avanzar sin dejar de pulsar el gatillo. Solamente hay un par de misiones en las que, además de soltar plomo a diestro y siniestro, deberemos colocar una serie de cargas explosivas para hacer volar ciertas estaciones Helghast. Como anécdota cabe decir que para colocar estas cargas podremos hacer uso del Sixaxis, girándolo de un lado a otro para activarlas. Es simplemente un detalle.

Esto, según como se mire y sumado a la prácticamente nula existencia de mapas abiertos, se puede ver como algo monótono. Y en cierto modo así es, ya que excepto en un mapa en concreto nuestro camino está totalmente prefijado. Avanzar, cubrirse, disparar. Pero ojo, el juego es consciente de ello. En ningún momento se nos ha vendido como otra cosa que no sea batalla tras batalla hasta alcanzar nuestro objetivo, por lo que como FPS directo y sin distracciones es un claro ganador.

Los puntos de guardado son automáticos y se producen tras alcanzar los objetivos marcados más inmediatos. Un ejemplo: asegurar un emplazamiento. Tanto si se trata de una zona de un edificio como de una plaza exterior deberemos aniquilar a la horda de Helghast que haya decidido plantarnos cara. Una vez cumplido este objetivo se nos comunicará el siguiente y se guardarán nuestros progresos. Eso quiere decir que si tenemos que cargarnos a 50 Helghast y morimos cuando llevamos 49 volveremos a vernos las caras con todos. Y os aseguro que hay zonas, sobre todo en el tramo final del juego, en las que los enfrentamientos son descomunales.

Sobresaliente en el apartado técnico

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Hay algo que salta a la vista y que todos teníamos claro antes de poder probarlo: gráficamente es imponente. El trabajo de Guerrilla en este sentido es para quitarse el sombrero y marca un nuevo nivel. Todo en pantalla luce de forma espectacular y fluida. Las escenas de corte son tremendas (la intro quita el aliento), las animaciones de los personajes también, los escenarios están llenos de detalles (columnas de humo, restos de ceniza revoloteando, etc.), la destrucción de elementos del escenario es muy efectiva, pero también hay cosas que se podían haber mejorado. Un ejemplo es el diseño de los Helghast, aunque más bien debería decir la variedad de los mismos. Creo que he podido contar tres o cuatro tipos diferentes Helghast y entre algunos de ellos las diferencias son mínimas…

Lo que sí es cierto es que son muy listos, los malditos. La IA es altísima y pocas veces los pillaremos desprevenidos. Se esconden, nos flanquean y nos atacan constantemente pero siempre intentando buscar un lugar seguro.

La banda sonora, como mandan los cánones en este tipo de juegos, es muy épica y las composiciones son excelentes. Los efectos sonoros, tanto los de las diversas armas como los de las explosiones, los vehículos y demás están muy conseguidos. El único apartado que no puedo valorar correctamente es el del doblaje. La copia del juego que nos ha hecho llegar Sony no es la final y aquí es donde encontramos lo que falta por cuadrar. Es cierto que está doblado al castellano, y muy bien, pero a veces hay frases que se solapan o que se descuadran ligeramente. No llega a ser molesto y se entiende esta situación al no tratarse del montaje de audio definitivo. Lo que sí he notado es que, a pesar de que se ha optado por un acento neutro, los actores (yo diría que son españoles) sesean.

Lo último que cabría reseñar es el modo online, pero me encuentro con la imposibilidad de probarlo. Si bien la opción se puede seleccionar desde el menú, el servicio no está disponible por el momento. Hay un modo llamado Escaramuza que, al menos, me ha permitido echarle un vistazo a los mapas y al tipo de misiones que nos encontraremos en el online. Los mapas son muy grandes y en este modo conservan la misma calidad que en la campaña (no en vano sigue siendo un modo local), aunque imagino que en el online seguirán gozando de ese imponente aspecto. Las misiones van desde asegurar determinados puestos hasta eliminar al enemigo, colocar explosivos o portar objetos a determinados puntos del mapa.

Ah, antes de acabar un par de cosas: ojo al enemigo final, que es uno de los más puñeteros que recuerdo en los últimos tiempos (hay otro enfrentamiento a mitad el juego con cierto engendro mecánico que también me tocó las narices un buen rato, pero este es un pesado). Y un último apunte. Por ahí lo han comparado con ‘Gears of War 2’ y si os he de ser sincero, habiendo jugado y disfrutado con ambos de principio a fin, he de decir que la comparativa es totalmente válida. Uno es en tercera persona y el otro en primera, sí, pero tienen muchísimos puntos en común (haced un esfuerzo mental e imaginaros a ‘Gears of War 2’ en primera persona o a ‘Killzone 2’ en tercera. Lo veréis más claro, es un simple cambio de perspectiva). Los dos comparten el viaje de los protagonistas hasta la propia casa de sus enemigos, ambos juegos cuentan con protas fortachones y malhablados (el nivel de tacos en ‘Killzone 2’ es exagerado, eso sí), hay escenarios de uno que recuerdan a los vistos en el otro, etc. Lo mejor es tener los dos y punto.

Ficha Técnica: Killzone 2

Esta es una de las pocas ocasiones en las que tenemos el honor de poder probar un juego del calibre de ‘Killzone 2’ mucho antes de su salida oficial, que en España está prevista para el próximo 25 de febrero. Y no me refiero a la demo que desde hoy mismo podréis encontrar en la Playstation Network, sino al juego completo, que me ha durado aproximadamente unas 7 u 8 horas.

Durante todo este tiempo me he metido en la piel del Sargento Tomas Sevchenko, un joven integrante del Equipo Alfa de las Fuerzas Especiales ISA (International Strategic Alliance), y he aniquilado una cantidad ingente de Helghast. Y en Helghan, su propio planeta. Se lo merecían después de haber decidido atacar el planeta Vekta, origen de Sevchenko y sus compañeros Garza, Rico y hasta el mismo Jan Templar, protagonista del título original aparecido en PS2 a finales del año 2004.

Los Helghast, también conocidos como “ojos rojos” entre los compañeros de la ISA, no son más que humanos mutados. Tiempo atrás, en plena era de colonización espacial, existió una facción descendiente de la raza humana que colonizó un árido planeta llamado Helghan. Sus condiciones extremas forzaron a estos nuevos habitantes a adaptarse y, con el paso del tiempo, a mutar hasta convertirse una especie de humanos mejorados, por llamarlo de alguna forma. Más fuertes, resistentes y rápidos. Y con muy mala leche.

Nuestro objetivo final en ‘Killzone 2’ es capturar al Emperador Scolar Visari, líder de los Helghast. Para ello, como os comentaba un par de párrafos más arriba, nos vamos de excursión a Helghan. Las cantimploras las dejamos en casa y en su lugar nos llevamos unas cuantas armas y un buen puñado de acero para nuestros nervios.

Apunta y dispara

Killzone 2

Se podría decir que el primer contacto con Helghan y sus molestos habitantes es algo confuso e incluso incómodo. El sistema de control, sobre todo si estamos muy acostumbrados al ‘Call of Duty 4’ (o al 5, que para el caso es lo mismo y los cito por ser los más recientes), se nos presenta como el primer obstáculo. Eso de tener que mantener uno de los gatillos pulsado (L2 en este caso) para permanecer agachados o que el sistema de apuntado, una vez activado pulsando el stick derecho, tenga que ser desactivado pulsando de nuevo dicho stick resulta un poco desconcertante.

Es cierto que, como todo lo que presenta una novedad, se acaba dominando con un poco de práctica. Incluso el método usado para agacharnos tiene sentido, como veremos a continuación, pero si a todo esto le sumamos que la cámara está situada en un nivel algo más bajo de lo normal (da la impresión de que siempre vamos medio agachados y no entiendo por qué) hay determinados momentos en los que la confusión vuelve a apoderarse levemente de nosotros.

Una de las principales novedades que presenta ‘Killzone 2’ con respecto a la gran mayoría de FPS es el sistema de cobertura, gracias al cual el particular uso de L2 para agacharnos cobra sentido. Si lo mantenemos pulsado cerca de una pared o cualquier otro elemento que pueda servirnos de parapeto nos cubriremos. En otros títulos lo único que podemos hacer es agacharnos tras algo, esperar a que no nos den y salir con cuidado (o sin él, allá cada cual con su estrategia). En ‘Killzone 2’ nos cubrimos de verdad y podemos asomarnos para disparar tanto por encima como por cualquiera de los flancos que nuestro improvisado escudo nos permita. Incluso tenemos la opción de suministrar algo de fuego ciego. Este elemento, el de la cobertura, es básico para sobrevivir.

Sí, cubrirse está muy bien, pero hay que disparar. Los Helghast no dejan de hacerlo, así que más nos vale estar a la altura. Para ello contaremos con unas cuantas armas a nuestro alcance. Hay un par de ellas que son especialmente destructivas, como el lanzagranadas o el lanzacohetes, pero lógicamente su precisión no está a la altura de un rifle de asalto, por ejemplo. Encontraremos lanzallamas, armas capaces de propinar unas buenas descargas eléctricas para dejar fritos a esos malditos “ojos rojos”, rifles de francotirador, escopetas y alguna cosa más. Por descontado hay granadas. Y son de dos tipos: las típicas de fragmentación y las eléctricas, que producen el mismo efecto sobre los enemigos que el arma de la que os hablaba hace un momento.

En algunos momentos del juego podremos controlar algún vehículo que otro. Básicamente un tanque y… bueno, no os desvelo qué otros dos momentos vamos a dejar de ir de pie para postrar nuestros culos sobre un mullido asiento a los mandos de algo que nos va a permitir crear el caos más absoluto tanto en tierra firme como en el espacio. Son casos aislados, como véis, ya que prácticamente la totalidad del juego se basa en avanzar a pie aniquilando todo ser viviente, pero son bastante espectaculares.

Avanza sin parar

Killzone 2

‘Killzone 2’ se caracteriza por una cosa: va al grano. Olvidaos de tener que pensar estrategias de ataque y mandangas varias. Aquí se trata de avanzar, avanzar y avanzar sin dejar de pulsar el gatillo. Solamente hay un par de misiones en las que, además de soltar plomo a diestro y siniestro, deberemos colocar una serie de cargas explosivas para hacer volar ciertas estaciones Helghast. Como anécdota cabe decir que para colocar estas cargas podremos hacer uso del Sixaxis, girándolo de un lado a otro para activarlas. Es simplemente un detalle.

Esto, según como se mire y sumado a la prácticamente nula existencia de mapas abiertos, se puede ver como algo monótono. Y en cierto modo así es, ya que excepto en un mapa en concreto nuestro camino está totalmente prefijado. Avanzar, cubrirse, disparar. Pero ojo, el juego es consciente de ello. En ningún momento se nos ha vendido como otra cosa que no sea batalla tras batalla hasta alcanzar nuestro objetivo, por lo que como FPS directo y sin distracciones es un claro ganador.

Los puntos de guardado son automáticos y se producen tras alcanzar los objetivos marcados más inmediatos. Un ejemplo: asegurar un emplazamiento. Tanto si se trata de una zona de un edificio como de una plaza exterior deberemos aniquilar a la horda de Helghast que haya decidido plantarnos cara. Una vez cumplido este objetivo se nos comunicará el siguiente y se guardarán nuestros progresos. Eso quiere decir que si tenemos que cargarnos a 50 Helghast y morimos cuando llevamos 49 volveremos a vernos las caras con todos. Y os aseguro que hay zonas, sobre todo en el tramo final del juego, en las que los enfrentamientos son descomunales.

Sobresaliente en el apartado técnico

Killzone 2

Hay algo que salta a la vista y que todos teníamos claro antes de poder probarlo: gráficamente es imponente. El trabajo de Guerrilla en este sentido es para quitarse el sombrero y marca un nuevo nivel. Todo en pantalla luce de forma espectacular y fluida. Las escenas de corte son tremendas (la intro quita el aliento), las animaciones de los personajes también, los escenarios están llenos de detalles (columnas de humo, restos de ceniza revoloteando, etc.), la destrucción de elementos del escenario es muy efectiva, pero también hay cosas que se podían haber mejorado. Un ejemplo es el diseño de los Helghast, aunque más bien debería decir la variedad de los mismos. Creo que he podido contar tres o cuatro tipos diferentes Helghast y entre algunos de ellos las diferencias son mínimas…

Lo que sí es cierto es que son muy listos, los malditos. La IA es altísima y pocas veces los pillaremos desprevenidos. Se esconden, nos flanquean y nos atacan constantemente pero siempre intentando buscar un lugar seguro.

La banda sonora, como mandan los cánones en este tipo de juegos, es muy épica y las composiciones son excelentes. Los efectos sonoros, tanto los de las diversas armas como los de las explosiones, los vehículos y demás están muy conseguidos. El único apartado que no puedo valorar correctamente es el del doblaje. La copia del juego que nos ha hecho llegar Sony no es la final y aquí es donde encontramos lo que falta por cuadrar. Es cierto que está doblado al castellano, y muy bien, pero a veces hay frases que se solapan o que se descuadran ligeramente. No llega a ser molesto y se entiende esta situación al no tratarse del montaje de audio definitivo. Lo que sí he notado es que, a pesar de que se ha optado por un acento neutro, los actores (yo diría que son españoles) sesean.

Lo último que cabría reseñar es el modo online, pero me encuentro con la imposibilidad de probarlo. Si bien la opción se puede seleccionar desde el menú, el servicio no está disponible por el momento. Hay un modo llamado Escaramuza que, al menos, me ha permitido echarle un vistazo a los mapas y al tipo de misiones que nos encontraremos en el online. Los mapas son muy grandes y en este modo conservan la misma calidad que en la campaña (no en vano sigue siendo un modo local), aunque imagino que en el online seguirán gozando de ese imponente aspecto. Las misiones van desde asegurar determinados puestos hasta eliminar al enemigo, colocar explosivos o portar objetos a determinados puntos del mapa.

Ah, antes de acabar un par de cosas: ojo al enemigo final, que es uno de los más puñeteros que recuerdo en los últimos tiempos (hay otro enfrentamiento a mitad el juego con cierto engendro mecánico que también me tocó las narices un buen rato, pero este es un pesado). Y un último apunte. Por ahí lo han comparado con ‘Gears of War 2’ y si os he de ser sincero, habiendo jugado y disfrutado con ambos de principio a fin, he de decir que la comparativa es totalmente válida. Uno es en tercera persona y el otro en primera, sí, pero tienen muchísimos puntos en común (haced un esfuerzo mental e imaginaros a ‘Gears of War 2’ en primera persona o a ‘Killzone 2’ en tercera. Lo veréis más claro, es un simple cambio de perspectiva). Los dos comparten el viaje de los protagonistas hasta la propia casa de sus enemigos, ambos juegos cuentan con protas fortachones y malhablados (el nivel de tacos en ‘Killzone 2’ es exagerado, eso sí), hay escenarios de uno que recuerdan a los vistos en el otro, etc. Lo mejor es tener los dos y punto.

Killzone 2

Ficha Técnica: Killzone 2

Killzone 2
  • Plataformas: PS3
  • Distribuidor: Sony
  • Estudio: Guerrilla Games
  • Lanzamiento: 25 de febrero de 2009
  • Precio: por confirmar

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Killzone 2
  • Plataformas: PS3

  • Distribuidor: Sony

  • Estudio: Guerrilla Games

  • Lanzamiento: 25 de febrero de 2009

  • Precio: por confirmar

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Sitio oficial | Killzone 2

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